15 noviembre 2007

Crímenes para una exposición

de Juan Bolea

Tras Los hermanos de la costa y La mariposa de obsidiana, llega la tercera novela protagonizada por la inspectora Martina de Santo. Se consolida una nueva serie en la novela negra española.

Nota del autor:
Crímenes para una exposición es el tercer thriller protagonizado por Martina de Santo. Su asunto temático recala en la codicia, como el tema de fondo de su anterior novela y caso, La mariposa de obsidiana, se refería a la inmortalidad.

Martina y yo nos conocemos desde hace tres años. Un día, al tanto, quizá, de mi pasión por el género policíaco, se presentó de repente en mi estudio, inundándome con su frío carisma, con sus cálidos dones para la investigación criminal. Era una estrella, un diamante, y yo sólo necesitaba absorber su luz y transformarla en palabras.

Desde entonces, nuestra relación es de exigencia y respeto. Durante algunos meses me monopoliza, reclama su poliédrica vestidura de personaje de una pieza, suspira por un nuevo caso a la altura de sus facultades deductivas. Después me concede un descanso, que nunca dura demasiado. Pronto volverá a reclamarme, pero no para que la vista de adjetivos; sólo de acción. Y entonces ella y yo nos volveremos a subir a la locomotora que deberá atravesar los túneles de su próximo episodio.

Al ritmo de las tramas, su pasado va aflorando a los ojos del lector. Martina se revela como una mujer de los ochenta: independiente, luchadora, solidaria; tiene detrás una compleja historia familiar, y algunas zonas de sombra en sus relaciones personales. En su comisaría, es la única agente adscrita al Grupo de Homicidios. Su condición de mujer culta y sin prejuicios sociales ni sexuales -pero reservada, casi misteriosa, al mismo tiempo-, contrasta con el brutal universo del crimen, con las situaciones y tipos a los que deberá enfrentarse.

Les dejo con ella y con su último caso, Crímenes para una exposición. La investigación de una misteriosa muerte en Viena, otra en el Caribe, y otra más, en España, irá introduciendo a Martina en el mundo de las antigüedades y en el tráfico internacional de obras de arte. De esta novela me siento particularmente satisfecho de la trama y de su desenlace, cuya intriga se mantiene hasta el final. Espero que disfruten con ella tanto como yo mismo disfruté escribiéndola.

JUAN BOLEA

Sinopsis:
Del pasado de la ambigua y sorprendente subinspectora Martina de Santo regresa un atractivo fantasma: Maurizio Amandi, pianista célebre por su talento, excesos y obsesión por la obra Cuadros para una exposición, del compositor ruso Modest Mussorgsky. La última gira de Amandi coincide con los asesinatos, en una serie de ciudades, de una serie de anticuarios con los que él había mantenido contacto. Al reencontrarse con Martina de Santo, un nuevo crimen vuelve a señalar al pianista como sospechoso. A partir de ahí, la subinspectora deberá recurrir a sus facultades deductivas y a todo su valor para desvelar el misterio, desenmascarar al asesino y darle caza.

Con Crímenes para una exposición, Juan Bolea revalida su prestigio como uno de los grandes maestros contemporáneos de la novela de intriga. Su nombre, y el de su subinspectora, están ya intrínsecamente ligados a la nueva novela policíaca española y al futuro del género.

El autor:
La obra narrativa de Juan Bolea (Cádiz, 1959) arranca con El palacio de los jardines oblicuos (premio Ciudad de Alcalá de Novela Corta) y prosigue con dos novelas muy bien acogidas por la crítica: Mulata, ambientada en la Cuba de Castro, y El color del Índico, cuya trama discurre en escenarios africanos. Ya con Ediciones B, publica El manager, una visión paródica del mundo del espectáculo y la política, y El gobernador, un ácido retrato de la autoridad y del conflicto generacional. Con Los hermanos de la costa, Bolea inició la exitosa serie de la subinspectora Martina de Santo, que prosiguió con La mariposa de obsidiana y, ahora, con Crímenes para una exposición.

Fuente: Ediciones B

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